PEQUEÑAS PERO MATONAS. Aprende a protegerte de las bacterias dañinas.
La próxima vez que tu madre o tu novia te echen la bronca por tu falta de higiene (no es que seas un guarro, es que ellas son unas obsesas de la limpieza, ya lo sabemos), recuérdales que, por mucho que limpiaras, nunca lograrías alcanzar la esterilidad absoluta. El medio ambiente y las personas estamos plagados de bacterias, la mayoría beneficiosas. Las microbiotas (conjunto de microorganismos que habitan en un determinado tejido) de la piel y del tracto intestinal, por ejemplo, actuan de escudos protectores, y en muchos alimentos las bacterias son un ingrediente imprescindible, como en el caso del yogur y la cerveza. Pero también hay bacterias muy agresivas que pueden dañar seriamente tu salud y, lo que es peor, se encuentran camufladas en los lugares más insospechados. So estos: LA ASPIRADORA La amenaza. El 50% de los cepillos de las aspiradoras contienen restos de bacterias fecales, de los cuales, un 13% son E. coli. ¿Esto quiere decir qué vives rodeado de excrementos? No,